miércoles, 2 de abril de 2014

KWAHERI KENYA

Muy señores míos!!
Paisaje de Kenia

Desde el sofá-cama de mis amigos Jaime Martinez, Francisco Cabacas y Estefania Pineda escribo estas líneas, abro mi corazón a todos ustedes e intento transmitir algo de la esencia de todo lo vivido en estos días... jaja, quizás prometo mucho y no pueda expresar mucho antes de mi Retiro Espiritual Viassana, al final, como servidor en Candeleda, Sierra de Gredos.
Cosas del safari

Muchas cosas han pasado desde la última publicación en la que os dejé asimilando las ricuras que un país tan bonito como Kenya tiene por ofrecer. No ya sólo por las bellezas paisajísticas, sino también por las personales, que por allí se quedan dándolo todo. Muchas personas he conocido en poco tiempo y que no me han dejado indiferente.
Nús en Masai Mara

Terminada la aventura por Turkana, que ahí quedará siempre para mis adentros, llegué a Nairobi, donde empezaba la siguiente parte del viaje. Tiempo para gozarlo con un pequeño safari y visitar la costa, con sus preciosas playas y alojamientos, y moverme algo por el mundo musulmán. No sin antes hacer, por supuesto, una pequeña escala en Gitugu, sitio donde dejo amigos y alguna que otra idea para el futuro.

Descansando después de abatir un búfallo
Hienas a la espera del búfalo












Cocodrilo en el Masai Mara
Lo primero de todo fue un safari de 3 días y dos noches en "tienda" de campaña a Masai Mara (el de las migraciones). Sin embargo, no era tiempo de migraciones, jeje. Recogida en Nairobi tras luchar por el precio en diferentes compañías y acompañado de un grupo de Sudkoreanos donde el que parecía más joven que yo, tenía 31 añitos. La "tienda" no era una de las que acostumbro... cabían tres camas, había luz y baño... pero también estaba chula.

Girafa en Masai Mara
León en Masai Mara
Tres días con algo de introspección debido a las circunstancias, pero que sin duda, gocé. A base de fotografías, zoomeando con mis prismáticos de ricura y disfrutando de los paisajes. Ví muchos animales, está lleno de leones, girafas, elefantes, wilderbeasts, cebras, hienas, búfalos e hipopótamos entre otros. Sin embargo, no tuvimos suerte con los guepardos, cheetas y rhino. Lo que fue una pena, pero así es la vida. Eso sí, vimos como una manada de leones habían cazado a un búfalo por la noche y estaban en mitad de la carretera saciada su hambre. Alrededor, como 15 hienas en la distancia esperando su momento. (Guapada)

Amigas en Masai Village
Visita a "Masai Village", bastante suave para lo acostumbrado, aunque me llevé la idea de como se hacía el fuego en primera persona. Informaciones varias, bailes con saltos y explicación de la hospitalidad Masai; la siguiente vez te dejan quedarte dos noches gratis y comiendo. Me llevé nombres y fui pesado para que me reconozcan la siguiente, anda que no!!





Paisaje del Masai Mara


Vuelta a Nairobi y a la semana siguiente, visita a Gitugu y asistencia al segundo funeral africano. Esta vez, la madre de mi amigo Paul Karogo. Fui reconocido como Juan el Bautista y preferenciado a la cercanía familiar.

Prima, Paul Karogo, hermana y yo, Tuthu
La habitación  de Gitugu en la que me solía quedar, totalmente irreconocible. Están modificándo la casa entera y añadiendo un segundo piso en el que poder hacer una zona de estudio para los niños. La antigua habitación de estudio, comedor y todo, transformándose en biblioteca, con pupitres a lo largo de toda la pared, con luz individual y cajones en los que poder guardar sus pertenencias... En definitiva, que se está trabajando bien y con intención pero igual tienen que dejar el cambio para más adelante por falta de liquidez... Si queréis ver como va el balance económico del proyecto en Kenya, pinchad aquí. Y si os animáis a ayudar con algo, aunque sea poco, no dudéis en hacerlo aquí. Todavía tengo que mostraos los niños a los que estaréis ayudando, pero no he podido hasta el momento; sin embargo, como lo quiero hacer bien, necesita de algo más de tiempo del que he tenido hasta ahora.

Creación de pupitres, Gitugu

En la casa, los niños van a establecer una serie de horarios para estudiar y hacer las demás tareas (los establecerán ellos para que no sientan que son imposiciones y realmente los cumplan) en los que poder tener tiempo suficiente y sin distracciones, diferentes "jefes" de asignaturas para que se especialicen en una y puedan ayudar a los más jóvenes del lugar, y diferentes responsabilidades para hacer de este proyecto algo estable y realmente eficiente. En definitiva, que se está creando algo bueno...





Pequeño crustáceo
Vuelta a Nairobi (centro de operaciones gestionado por mi "familia keniana") y salida al día siguiente para Mombasa y Kilifi con mi tita Ana y Esther, una amiga suya. Buen autobús para bastantes horas también, pero con la gran compañía de mi tita!!

Casa del acantilado, Pope, Costa Índica
Estuvimos en Tewa Trining Centre, un centro formativo de mujeres en el que les enseñan a cocinar y a servir, para poder incrementar algo su nivel cultural en general y tener la posibilidad de acceder a trabajos algo más cualificados. Es una rama de "Kianda Foundation" y poco a poco va dando sus frutos. Si queréis echarle un vistazo, visitad esta página. Mi tita y su amiga se estuvieron quedando allí, pero yo tenía otros planes más relacionados con una habitación en un acantilado, con el mar a mis pies, piscina, desayunos y comidas de escándalo.

Dos noches me quedé por allí, haciendo amigos y disfrutando. Buena relación con la mánager del lugar y las cocineras. Si queréis escuchar una canción de Lydia Otieno, la mánager, podéis hacerlo en el siguiente vídeo. Tengo un CD que me regaló con más canciones, pero las otras están en proceso para entrar en youtube. Está grabado en el sitio en el que me quedé así que os podéis hacer una idea de lo que os digo.




Recolección de estrellas, Costa Índica
Haciendo además buen uso de las playas, nos pasamos un domingo de disfrute e investigación de la zona del que hasta Frank de la Jungla estaría orgulloso. De buena mañana cogimos una balsa y nos adentramos en los arrecifes de coral, empezamos con el snorqueling y se nos fue de las manos, como nos temíamos. Nos pegamos allí buenas horas en un arrecife de coral protegido viendo muchos peces, corales obviamente, estrellas otras cosas muy raras pero muy bonitas también.





Dentro de la cueva de coral, Costa Índica
Por la tarde, tras una comida bien reconfortante nos dirigimos a hablar con unos ¨mzungus" que por lo visto tenían en su terreno una cueva en la que antiguamente (y no hace tanto tiempo) los locales se dedicaban a hacer los sacrificios a los dioses. Conseguimos que nos dejaran entrar por la cara e incluso el dueño nos acompañó al lugar. Se encontraba en un bosque muy raro puesto que crecía en roca de coral y uno de los pocos que quedan en Kenya.





La cueva por dentro, Costa Índica
Coco de recompensa
La cueva estaba muy pero que muy guapa. Con una familia de babuinos alrededor, que observaban cada paso que dábamos, una serpiente blanca que se terminó escondiendo bastante bien y en general, la cueva, muy grande. Decidimos bajar hasta abajo del todo, y en un ataque de aventura, nos decidimos a adentrarnos (Ana y yo). Empezamos midiendo la cantidad de mierda de murciélago con un palo, pero finalmente nos decidimos a atravesar tal y como. Con las chanclas haciendo el vacío en los desechos y costando más despegarlas que andar descalzo, finalmente nos decidimos por la segunda opción. En el camino, vimos escorpiones, murciélagos y un lagarto de dos metros. Por desgracia, mi cámara no es muy potente y estaba todo muy oscuro, pero ya os adelanto que ha sido una experiencia espectacular, jeje Solo me faltó cazarlo, pero el dueño estaba bastante enfadados porque alargamos la visita así que tuvimos que salir.

Con Sammy y su amigo en Malindi (Coachsurfing)
Al día siguiente, me acercaron a Malindi, donde había quedado con Sammy, colega de couchsurfing y que me trató de lujo. Paseo por la ciudad, cervecitas por la noche y muy buen royo. Nos quedamos a dormir en casa de un amigo suyo y enfrente de la mezquita de un colegio. Calor a tope y llamada al rezo de buena madrugada. A la mañana siguiente, estaba rumbo a Lamu, isla que desde que llegué a Kenya tenía ganas de ver, como la meta de la costa. 



Lamu es la mas antigua y mejor conservada ciudad swahili del África Oriental, con calles estrechas, sin coches (nada más que dos, el de la policía y el del hospital), muchos muchos burros, comiendo cualquier cosa (como las cabras de Trukana), construida con roca de coral y básicamente población musulmana. Allí estuve dándome vueltas por sus calles y sus playas con diferentes amigos que conocí, el encargado del hotel y un par de amigas de Sammy, que me ayudó a tener algo de compañía.

Amigas enfermeras en Lamu
La vuelta a Nairobi tenía que se inminente puesto que tenía el vuelo en breves y despedirme de algunos amigos durante el último día que tendría en Kenya.

De Lamu a Nairobi tuve que hacer escala en un pueblo del camino, en casa de una amiga que había conocido y que me invitó. Vamos, pueblo clásico de esa zona, comiendo con toda la familia y durmiendo en una casa de barro, sin luces y muy típica. Experiencia inolvidable.




Amiga de toa la vida, Maggie
Ya en Nairobi, cerramos todas nuestras deudas y de madrugada tiramos para España. Unas 12 horas de viaje con escala de nuevo en Estambul y destino final Madrid, donde mis grandes amigos Jaime Martinez y Manuel Berlanga me estaban esperando, a pura musicola y otras sorpresas.

En definitiva, que ésta última parte del viaje también ha estado muy interesante, no del mismo tipo que en las anteriores etapas, sino que ésta era más basada en mí mismo, pero aún así he llegado a conocer a más personas y aprender también de ellas.

Siento el tema de las fotografías esta vez, pero estoy teniendo diversos problemas técnicos que no me permiten subirlas correctamente. Aún así, tenéis un vídeo que podéis ver tantas veces como queráis. A la vuelta de mi retiro, prometo ponerlas ya que hay algunas muy divertidas.

Un saludo a todos y espero iros viendo uno a uno!!

José María


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